3 consejos para superar un suspenso

Todo lo que cabe entre un redondo cero y ese 4.9 tan cruel: el suspenso. Se trata de la gran pesadilla de los estudiantes, que se ven como se alejan sus vacaciones y se echan encima las recuperaciones. Otra vez a repetir las tardes encerrado en casa, dando por hecho que las hubo, rodeado de apuntes con planes que se esfuman y horas de estudio que se acumulan.

Sin embargo, no se acaba el mundo por no aprobar un examen. En estas líneas te ayudaremos a superar un suspenso y a sacar valiosas lecciones de ello.

Date tiempo y relativiza

A veces se necesita tiempo para asimilar un suspenso. Respira y olvida el tema durante 24 horas. Date una vuelta, llora o vete a tomar algo con tus amigos. Lo que necesites en ese momento, pero ten claro que la vida no acaba en ese suspenso, así que aleja esos pensamientos negativos de tu mente. Ni has fracasado, ni has echado por la borda tu futuro ni nadie va a pensar que no eres capaz por no haber llegado al aprobado. Solo es un examen más de los cientos que harás a lo largo de tu vida. De esta forma, entrenarás tu tolerancia a la frustración y aprenderás a gestionar mejor la ansiedad.

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¿Por qué has suspendido?

Llega el momento de la autocrítica, el más importante. El que determinará, sin duda alguna, si volverás a repetir el mismo resultado negativo o conseguirás tu objetivo. Pregúntate por qué has suspendido: ¿has estudiado poco? ¿no has estudiado con la suficiente antelación para fijar todos los conceptos? ¿no te has adaptado a la modalidad del examen? ¿simplemente has tenido un mal día?

Descubre el verdadero motivo de tu suspenso y toma las medidas necesarias para que no se vuelva a repetir. Es tan sencillo como eso. Si hay que cambiar algunas rutinas como el horario o el lugar de estudio para conseguir ese aprobado, hazlo. Si te cuesta concentrarte y tienes que comenzar a aplicar técnicas nuevas para lograrlo, adelante. Lo único que está claro es que repetir el mismo camino solo te llevará al mismo resultado y eso es precisamente lo que queremos evitar.

Aprovecha la oportunidad

Una recuperación no es ningún castigo, es una oportunidad de demostrar lo aprendido. Recuerda el motivo por el que estás estudiando y lo que quieres ser el futuro. Debes desterrar la idea de aprobar los exámenes para quitártelos de encima y empezar a estudiar para adquirir un conocimiento que te sea de gran utilidad en el futuro durante el desempeño de tu trabajo, no para obtener una nota determinada. De esta forma, le encontrarás el verdadero sentido a estudiar y notarás un cambio radical en tu actitud frente a los exámenes. Esto vale más que cualquier sobresaliente.

 

Si consigues poner en práctica estos consejos, el suspenso habrá merecido la pena. Habrás aprendido a relativizar, tolerarás mejor la frustración, te verás menos afectado por la ansiedad, mejorarás tu capacidad de autocrítica y cambiarás la forma de ver tus estudios. Un verdadero éxito. En Centros de Estudios Mikeldi estamos encantados de acompañarte durante una vida estudiantil con el menor número de suspensos posible, pero si los hay, ¡aprovéchalos!

 

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