El descanso: clave para estudiar mejor
En épocas de exámenes son habituales las jornadas maratonianas de 8 o 10 horas de estudio diarias. Del mismo modo, son muchos los estudiantes que sacrifican sus noches para estudiar hasta altas horas de la madrugada u optan por levantarse de la cama antes de que salga el sol para comenzar el estudio.
Son opciones habituales y respetables, pero… ¿son realmente efectivas para estudiar? Está demostrado que la falta de sueño disminuye capacidades vitales para el estudio, como la atención y la memoria. De hecho, privarse de un descanso adecuado que oscile entre las 7 y 8 horas de sueño puede dificultar el aprendizaje, ya que tiene un efecto directo en la formación de nuevos recuerdos.
De esta forma, podemos concluir que un mal descanso solo va a disminuir tu rendimiento académico de manera drástica. ¿Qué puedes hacer para ponerle remedio?
Rutina de estudio con descansos programados
¿Sabes que tu máximo nivel de concentración desciende a partir de los 20 minutos? Las primeras horas puede que no lo notes, pero debes tenerlo en cuenta si te encuentras ante una jornada maratoniana de estudio.
Por lo tanto, programa descansos de 10 minutos cada media hora y dedica esos treinta minutos únicamente al estudio, sin distracciones ni un mínimo parón. Con el paso del tiempo podrás disminuir la frecuencia de los descansos, todo gira en torno a cómo entrenes tu mente para el estudio.
Duerme más y estudiarás mejor
No sacrifiques tus horas de sueño. Olvídate de estar hasta las tres de la madrugada estudiando para dormir 4 horas y continuar con el estudio a las siete. No es saludable, no es eficiente, no vas a rendir. Tardarás más en estudiar cada lección y las fijarás peor en tu cerebro.
¿Crees que estudias mejor levantándote temprano? De acuerdo, pero acuéstate pronto. ¿Te sientas con una mayor agilidad mental a altas horas de la madrugada? Perfecto, pero no pongas el despertador al día siguiente y, sobre todo, di adiós a las pantallas antes de dormir. La luz de nuestros dispositivos tiene un efecto negativo en la calidad de nuestro sueño. Evita utilizarlos en hora previa a acostarte, es mucho más saludable para tu descanso dedicar ese último momento del día a leer, dibujar o escuchar música. Son actividades más beneficiosas para tu descanso que la televisión, el ordenador o el teléfono móvil.
Desconectar también es descansar
Darle importancia a los estudios es la actitud más responsable y acertada. Sin embargo, debes aprender a desconectar cuando toque. Es absolutamente necesario y saludable para tu mente que puedas evadirte durante las épocas de exámenes, por ejemplo, viendo series o películas, haciendo deporte o quedando con amigos. En definitiva, aprovecha tu descanso y sal de tu lugar de estudio, ventílalo abriendo puertas y ventanas, hidrátate y toma el aire para despejar tu cerebro.
De todas formas, el consejo por excelencia para estudiar es indiscutible: organízate mejor. Dejándolo todo para el último momento necesitarás jornadas intensivas de estudio para conseguir la nota que deseas y será más complicado llevar una buena rutina de descanso. Siendo previsor y empezando a estudiar con tiempo evitarás ese sentimiento de falta de tiempo y estrés. ¡En Centro de Estudios Mikeldi queremos ayudarte a que tu vida académica sea lo más satisfactoria y menos estresante posible!